Se entiende como actividad de agua (valor aw), la humedad en equilibrio de un producto, determinada por la presión
parcial del vapor de agua en su superficie. El valor aw depende de la composición, la temperatura y el contenido en agua del producto. Tiene incidencia sobre las características de calidad, tales como: textura, sabor, color, gusto, valor nutricional del producto y su tiempo de conservación.
La aw de un alimento se puede reducir aumentando la concentración de solutos en la fase acuosa de los alimentos mediante la extracción del agua o mediante la adición de solutos. La actividad de agua es uno de los factores intrínsecos que posibilitan ó dificultan el crecimiento microbiano en los alimentos. Por ello la medición de la actividad de agua es importante para controlar dicho crecimiento. Ejemplo: Sabemos que una bacteria como la Salmonella empieza a desarrollarse a partir de 0,92 aw. En cambio un moho como el Aspergillus flavus produce toxinas sobre 0,83 aw pero no crece por debajo de 0,78 aw.
Por todo ello, la actividad de agua además del pH, tienen un impacto directo en el crecimiento de los microorganismos.
La medición de la actividad de agua es importante para cumplir con los requerimientos HACCP.
